Aquí te presento una pizca de uno de los capítulos de la novela The FARM (Version Espanol)

Saludos...

Quiero saber tu impresión sobre como los diferentes lenguajes afectan o incrementan tu experiencia como lector. Deseo que me compartas tus opiniones porque son muy valiosas para mí.
Este es un nuevo camino para mí y todos los días aprendo algo nuevo de ustedes.
De esta manera ayudas a otros escritores que leen estos mensajes a través de la red.
Creo que experimentarás, por ti mismo, el sabor y las particularidades de cada idioma y podrás hacer un juicio más informado para  tu preferencia personal.
Saludos de tu escritor y amigo...

Alexx Rice-Egen

Carlos De Los Santos suspiró al arribar—puntualmente—a su lugar de trabajo esa mañana. Sabía desde ese momento que tendría que resignarse a las insípidas tareas de oficina y a la tediosa radicación de informes.
Días como este, en los que estaba alejado del ‘trabajo de campo’ eran los más fáciles; también eran los más aburridos.

Charlie, como era conocido por todos, era la envidia de sus colegas y un verdadero encanto con las damas—aun a su edad.
Guapo y musculoso, su barbilla cuadrada y sus macizas mejillas, lo hacían lucir como una figura de acción en forma humana.
Sus ojos, de un verde intenso, eran cautivantes, expresivos e incitantes.
El mantenía su cabello—que mostraba colores naturales, que alternaban entre los negros y los grises—cortado profesionalmente en un estilo casi militar.
La última añadidura en su rostro había sido una barba corta y suave, complementada con un bigote impecable que enmarcaba la parte inferior de su barbilla. Todo este arreglo facial lo hacían lucir más balanceado, atractivo y juvenil.

Algunas de sus mañanas, las cuales incluían el desayuno y un recorrido en su camioneta hasta el número 6100 de la avenida Franklin Delano Roosevelt, eran sólo el preámbulo de un excitante día de trabajo. Hoy esta dirección era su único destino.
Enfilo su vehículo, de un color negro y sin brillo, marca Ford SVT Raptor hacia la salida que lo llevaría hasta un imponente edificio de oficinas, localizado en la sección Hato Rey, de la ciudad de San Juan.
Ese lugar parecía, a simple vista, un masivo refugio contra explosiones o desastres naturales. Era una masa gigantesca de concreto que mostraba en todos sus lados ventanas pequeñas y rectangulares.

En su lado derecho se podía apreciar una adyacente construcción, que terminaba en una base enorme y cuadrada. Esta era usada con cierta regularidad como plataforma de aterrizaje para helicópteros.
Aun luciendo como una molestia visual, este edificio y las calles del país habían provisto a Charlie la manera de ganarse la vida y más importante aún, un medio para lograr hacer la diferencia en su vida y en la vida de las demás personas.